domingo, 6 de septiembre de 2009

Tuya por siempre

Hola! en esta ocasión, a falta de tema por hablar, me gustaría compartir con ustedes, un fragmento de un cuento que escribí hace algunos meses. Es lo que le llaman un "fanfic" (historia creada usando personajes de alguna serie, en especial los de anime y manga). El cuento se llama "Tuya por siempre" y habla un poco sobre los sentimientos que posee una chica de nombre Integra hacia alguien que se llama Alucard (un vampiro); como es largo, tuve que quitar muchas líneas pero dejé la parte más importante para todos ustedes... en fin, espero sea de su agrado.


Tuya por siempre…

Ahora estoy completamente sola y pienso en el mañana, otro día que termina y darse cuenta que ya no estás para velar mi sueño. Ya no podré verte más en esa oscura habitación, donde me dijiste las más apasionantes palabras jurando mi eterna protección por tu persona.

Aunque tus manos eran gélidas, para mi eran cálidas cuando tocabas mi rostro; tus ojos de fuego admirando mi ser y con ese deseo oscuro de hacerme tuya por siempre. Ese oscuro pensamiento de convertirme en uno de tu especie y así, estar siempre juntos.

En estos momentos lo anhelo con todo mí ser, si ese es el precio a estar contigo, lo aceptaría con gusto. Lo negativo de esto es mi deber, mi liderazgo y el apellido… para algunos sería como tu silenciosa victoria en lograr que la nieta del ser que te derrotó en el pasado, se perdiera en el momento que tus colmillos probaran la sangre virgen de una Hellsing.

Gracias a eso, tiro con fuerza una pequeña cajita de música, ese presente que me hiciste en el cumpleaños donde invité a muchos pero, tú y Walter terminaron por ser mis únicos invitados. Esa fiesta donde estaba completamente sola y aparecen con un pastel y una vela…

-¡¡Te odio por haberme dejado sola…Alucard!!- son mis pensamientos que hacen enojarme más al mirar ese regalo.

-Acaso…. ¿Jamás entendiste que eras todo para mi? Sabías perfectamente que tú eras mi verdadera compañía, y te dejaste desfallecer por una táctica bien planeada por el enemigo…- miro de nuevo la caja, la cual pateo con todas mis fuerzas hasta que noto que se rompe al chocar con la pared.

No debí permitir que te derrotaran de esa forma, me arrepiento de haber liberado el sello cero donde tu verdadera presencia se hace presente. Mi padre jamás me enseñó que liberarte por completo, incitaba a que perdieras el control de ti mismo.

-Te amo Alucard, ¡yo no quería que me dejaras! Si te ordenaba que no desaparecieras, no era sólo porque no quería perder a mi soldado predilecto, sino… porque me aterraba perderte sin siquiera decirte con mis propias palabras lo que sentía por ti y así, darte mi respuesta a esa propuesta que más de una vez, le hiciste a tu ama.

Siento esos pensamientos desde el fondo de mi ser, recordando cuando me dijiste Condesa, lo cual demostraba que yo era tuya,…yo era esa mujer que reclamabas en tu regreso luego de esa misión en altamar.

Como deseo estar en tus brazos y mirando tus ojos, o jugueteando con tu corbata roja mientras me acorralas a una pared. Sabías perfectamente que así, era la única manera de hacerme sentir deslumbrada ante tu personalidad, y evitabas que usara cualquier cosa para alejarte de mí.

Una vez más grito con coraje y tristeza tu nombre, pero mi voz se apaga con el sonido de un fuerte relámpago que deslumbra por completo la oficina. Por primera vez pienso en la idea de buscarte aunque se tratara del otro mundo, de sentir esa necesidad de acabar con mi vida por el simple deseo de verte una vez más.

Sin ti, me siento completamente vacía, estos meses si he vivido ha sido porque Seras trata de animarme pero… todo acabó para mí cuando te vi y tú, me dijiste adiós. Yo simplemente quiero ser tuya por siempre, ya no me importan los protocolos, ni mi deber, ya nada es lo mismo ahora que dejaste este mundo.

-¡ALUCARD! ¡¡ALUCARD!!- grito invocando tu nombre, deseando tan siquiera ver una sombra tuya pero sé que es imposible. Todo ahora son puras utopías.

Mi ser ya no puede más, el darme cuenta que nunca más te veré, me hace sentir incompleta y sin deseos de seguir siendo la líder de la organización que mi abuelo creó bajo su apellido. El recibir esa condecoración de Su Majestad, me hizo sentir pésima, y más… porque tú no estabas conmigo en ese momento. ¡Nunca más!

1 comentario:

VIRI dijo...

SOLO ES ESTUDIARLO PARA PARTICIPAR EN CLASE.

SALUDOS